El bruxismo infantil puede llegar a ser un problema, igual que lo es en adultos. El hábito de apretar o hacer rechinar los dientes puede resultar mucho más perjudicial para la dentadura de lo que pensamos.
Se trata de un trastorno que está directamente relacionado con el estrés y que también afecta a los niños. Para ayudarles a superar este problema, la solución más habitual es recurrir a una férula de descarga. Sin embargo, existen otras medidas que podemos adoptar para completar el tratamiento.
Desde Clínica López Quevedo, tus dentistas en Las Palmas, te ofrecemos algunos consejos para ayudar a tu hijo a combatir el bruxismo infantil.
El bruxismo es la costumbre de apretar la mandíbula y/o frotar una arcada dental contra la otra. Esto provoca que, de forma no consciente, los dientes se vayan desgastando. Si bien el estrés es un trastorno que se relaciona más con la edad adulta, también los más pequeños lo sufren. Y esto puede dar lugar la bruxismo infantil.
En una gran parte de casos, es un problema que desaparece con la adolescencia, pero no siempre es así. En este post os explicamos las causas, diagnóstico y tratamiento del bruxismo infantil.
En qué consiste el bruxismo infantil
Entre los seis y los diez años de edad se caen los dientes de leche y empiezan a erupcionar los definitivos. Es en esta etapa cuando suele aparecer el bruxismo infantil. Esto sucede porque de esta manera se estimula de forma instintiva la dentición. También, al apretar la mandíbula, de forma inconsciente, el niño está ayudando a la formación de los huesos y músculos faciales.
Por tanto, en esta etapa de la vida, el bruxismo no es un problema, sino un hábito natural y beneficioso. Cuando se de la erupción de los incisivos y las muelas definitivas, el hábito debe desaparecer.
El problema viene cuando este instinto de apretar no disminuye y se convierte en una costumbre afianzada. Entonces, el bruxismo va a causar problemas en el pequeño. Algunos de estos serían dolor muscular en la cara, dolores de cabeza y oído y desgaste de las piezas dentales.
Cuando esto sucede, hay que pedir cita lo antes posible con el odontopediatra, para que aconseje un tratamiento. Además es importante descartar que existan causas físicas o psicológicas que estén causando el bruxismo infantil.
Probables causas del bruxismo infantil
Como apuntábamos anteriormente, el bruxismo infantil puede deberse simplemente a un hábito adquirido durante la etapa de dentición. Sin embargo, existen otras causas, que pueden ser psicológicas o emocionales, que hagan que tu hijo apriete la mandíbula.
Uno de los motivos más habituales es el estrés, que puede tener su fuente en diversas circunstancias. En relación a los estudios, puede darse por un de exceso de tareas o exigencia en el rendimiento escolar. También hay que investigar que el niño no esté sufriendo bullying en la escuela. En el ámbito familiar, situaciones de estrés como una mudanza también pueden desequilibrar al niño a nivel emocional. La llegada de un nuevo hermano o la separación de los padres son otras causas comunes de desequilibrio de los más pequeños.
Respecto a las razones físicas, puede existir alguna enfermedad que produzca al niño incomodidad y le haga apretar los dientes. También la maloclusión, a causa de una incorrecta alineación dental, puede provocar bruxismo infantil.
Diagnóstico y tratamiento
Para el diagnóstico del bruxismo infantil habrá que investigar la situación emocional del pequeño para saber si hay algo que le está generando estrés. Si no es así, el dentista deberá realizar los exámenes pertinentes para descartar la maloclusión u otras causas físicas.
Para evitar el desgaste dental mientras se encuentra la causa y se elimina el hábito, se puede recurrir a una férula de descarga. La férula se elabora con un material muy cómodo que permite al pequeño descargar la tensión durante la noche, sin sufrir los efectos nocivos.
Si sospechas que tu hijo está sufriendo bruxismo infantil, pide cita en Clínica López Quevedo. Tu dentista en Las Palmas realizará el diagnóstico y propondrá la solución más adecuada.
